Opinión | La Paradoja de la Derecha LGBTI+

Por @Ozóniko

Esta mañana entre las cientos de notificaciones en twitter apareció una noticia del «acercamiento» al mundo LGBTI+ de Bolsonaro mediante un vídeo con un farandulero maquillador gay carioca.  Pero junto con la repulsión que genera ese acto servil de complacencia ante el homófobo, misógino y racista candidato brasileño; queremos reflexionar sobre los límites del apoyo político de la comunidad cola a la derecha latinoamericana.

No son pocos los homosexuales, lesbianas y trans que en tiempo de campañas políticas muestran su apoyo directo a candidatos conservadores. Tampoco son menos los que se suman a gobiernos conservadores en puestos de mediana y alta influencia en las administraciones de turno. Ahora bien; no pretendo condenar las definiciones políticas de cada cual ni mucho  menos condicionarlas a su orientación sexual o identidad de género. Simplemente me gustaría reflexionar sobre la coherencia de estas identidades con los proyectos-país de los sectores más conservadores de la derecha latinoamericana.

Un aspecto importante a considerar; guarda relación con el perfil de las derechas latinoamericanas; no estamos hablando de derechas liberales; sino más bien de canteras políticas conservadoras en lo moral y exclusivamente liberales en lo económico. Es así como los grupos más conservadores del catolicismo y el mundo evangélico encuentran en la derecha su cuna y nicho político.

Bajo esa premisa; ¿Es posible para la comunidad LGBTI+ encontrar en la derecha un referente de gobierno? Una derecha conservadora que niega el derecho al matrimonio igualitario, que pone cortapisas a la identidad de género, que se opone a la adopción homo-lesbo-parental y que promueve una educación sexual binaria pareciera no ser la tierra prometida para la comunidad LGBTI+.

Si bien la orientación sexual no es una ideología; sino una expresión normal del desarrollo humano; los límites que las sociedades imponen a dichas expresiones son productos de ideologías conservadoras y ancladas en una visión naturalizada de nuestras diferencias. Cada día mueren a manos de la violencia homo-transfóbica personas solo por el hecho de ser quienes son en todo el mundo. Existen Estados que utilizan su poderío para discriminar y proscribir la diversidad sexual con todas sus armas. El espacio público aún es una trinchera que la diversidad sexual no puede sentir como propia; es un territorio en disputa que muchos/as/es habitamos con miedo y precaución; porque la violencia es el arma que arrebata vidas o las limita por no ajustarse a las reglas de la moral conservadora.

Es altamente probable que Jair Bolsonaro gane las elecciones presidenciales en Brasil; que Trump llegue a la re-elección y que tal vez José Antonio Kast sea Presidente de Chile en un futuro no tan lejano. Pero es importante tener en cuenta que el liberalismo económico podrá crear y satisfacer las necesidades de un pink market; pero el conservadurismo moral jamás podrá legitimar y respetar nuestras identidades diversas.

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