(Sugerencias válidas para relaciones entre mayores de edad (+18) y en pleno uso de sus facultades mentales)
por @ozóniko
En un mundo lleno de smartphones, redes sociales y aplicaciones para el amor y el sexo; los Nudes (o fotografías de desnudos) forman parte del starterpack de la seducción en tiempos de Grindr, Tinder o tu App favorita. Ya sea para calentarle la sopa al galán de turno o mantener encendida la llama de tu relación; los nudes forman parte del repertorio relacional del siglo XXI.
Ahora bien; no debemos olvidar que esta bendita tecnología también trae consigo una serie de riesgos que debemos tomar en cuenta antes de sacar el celular, bajarnos la ropa interior y apretar enviar. Hoy casi toda la información que compartimos queda almacenada en alguna nube virtual, que eventualmente podría ser hackeable revelando tus partes íntimas. Por otra parte, abundan las cuentas de Tumblr u otras redes sociales funando a quienes, de calientes y confiados, enviaron una Nude a quien no debieron.
- Es tu Derecho.
No son pocos los hombres y mujeres que llevan años (o siglos) luchando por nuestro derecho a determinar nuestros cuerpos. Nunca olvides que nuestra libertad nos ampara para sacarnos la ropa, prender la cámara y tomar las fotos desnudas que te vengan en gana. Tampoco olvides que forma parte de tu decisión el propósito de esas fotos; guardarlas para ti o enviarlas al pinche del momento. Nadie debe usar tus fotografías sin tu consentimiento; y quien lo haga está ejerciendo violencia en tu contra. Compartir tus fotografías sin tu autorización o mirarlas sin tu permiso, es una forma de abuso.

- Gózalo.
El acto de fotografiarnos desnudos; para nuestra intimidad o para compartirlo con alguien más, debe ser un acto que debemos disfrutar, elegir y gozar. Tomarnos Nudes es un juego que nos permite conectarnos con nuestro cuerpo y sexualidad. Debe ser un actividad totalmente libre y consciente y debemos hacerlo tomando los resguardos para evitar que se transforme en algo desagradable durante o después de la sesión fotográfica.
- Gestiona los riesgos (o al menos hazte consciente)
Ya lo dijimos en la introducción de esta guía; el mundo está lleno de posibilidades que podrían transformar el juego de tomar, almacenar y enviar nudes en algo peligroso. Las nubes donde se archivan nuestras fotografías son potencialmente hackeables, los teléfonos celulares se pierden o roban y no todas las personas con las que interactuamos en redes sociales tienen buenas intenciones.
Por todo lo anterior; toma resguardos. Ocultar tu identidad es una alternativa y para eso evitar mostrar tatuajes, cicatrices o lunares personales es una solución. Tampoco olvides la locación donde tomas tus fotos; quien conoce tu casa; podría conocer ese cojín, esa mantita o ese cuadro en esa pared.

- Resguarda tus Nudes
Cuidado con el lugar donde almacenas tus Nudes. El carrete de tu celular podría ser un lugar poco seguro cuando le vas a mostrar fotos de tus vacaciones a tu mamá. Elige carpetas específicas y privadas en tu celular y preocúpate (si así lo quieres) de que tus fotos no terminen en alguna nube con acceso a otras personas o a personas que no son de tu confianza. Otra alternativa es que compartas estas fotografías a través de aplicaciones que no almacenan tus fotos o que te avisan si alguien hace una captura de ellas (Instagram o Snapchat, por ejemplo).
- Confianza y Consenso antes de apretar enviar.
Finalmente, en esta biblia básica para tomarse y enviar Nudes te recordamos que este juego erótico y sexual DEBE SER SIEMPRE CONSENSUADO. JAMÁS puedes enviarle una Nude a quien no te la ha pedido explícitamente o con quien no tengas la suficiente confianza para hacerlo. Evitar dar por sentados acuerdos sobre el nivel de confianza que tienes con otra persona en torno a estos temas. Este juego, para que sea válido; deber ser acordado entre ambas partes explícitamente. Y nunca, nunca, nunca olvides que este juego deber ser acordado entre adultos (+18) y en pleno uso de sus facultades mentales (curao no vale).

